Tras la Guerra Española de finales de los años 30 del siglo pasado Benamejí sufrió otra hecatombe en su historia: la emigración. Centenares de hombres y mujeres que se tuvieron que marchar de Benamejí, hacia el norte, huyendo del hambre y la miseria. Una herida que atravesó a centenares de familias que quedaron marcadas de por vida por miles de kilómetros de distancia. De forma oficial, Benamejí dio la espalda a sus emigrantes durante más de medio siglo. No fue hasta el 10 de septiembre de 2014 cuando el Ayuntamiento, por primera vez en su historia, rindió tributo a los que tuvieron que abandonar su tierra, con la inauguración de una escultura junto al Paseo. Y este homenaje, se hizo, gracias a la labor de José Chacón, que denunció una y otra vez como Benamejí había olvidado a sus emigrantes a diferencia de otros pueblos que cada año celebran, por ejemplo, la fiesta del emigrante.
El reconocimiento a los emigrantes, a los hijos e hijas de Benamejí que se tuvieron que marchar por cuestiones económicas, fue una de las muchas luchas de José Chacón, que falleció en la madrugada del 8 de enero de 2022. José fue un luchador nato contra las desigualdades, por el medio ambiente, por el patrimonio y, en definitiva, por su pueblo, al que volvió a finales de los 2.000 tras medio siglo viviendo en Cataluña.
Buenas parte de su visión del mundo, de la emigración y de su vida quedó registrada en esta entrevista que le pude realizar a José Chacón en el año 2009, y en la que ya denunciaba el olvido del pueblo de Benamejí hacia la emigración o las críticas recibidas por defender sus ideas y su visión del mundo en un pueblo en el que, no pocas veces, salirse de lo establecido, te vale las miradas recelosas de los inmovilistas.
Sin duda, Chacón, junto a su familia, ayudaron a cambiar Benamejí, a hacer del pueblo un lugar un poquito mejor. Fundó el club senderista La Brisa del Genil, un colectivo que, si mal no recuerdo, por primera vez reunía a la gente mayor en torno a la actividad física y medio ambiental de forma autoorganizada.
Desde que volviera a su Benamejí natal, José Chacón, que siempre se definió como «hijo de Benamejí», fue muy activo en la vida social, cultural y política del pueblo. Fue columnista del periódico local BEIN, participó en diferentes actividades y organizaciones del pueblo, desde Izquierda Unida, pasando por el Sindicato Andaluz de Trabajadores, hasta el Asociación en Defensa del Patrimonio. También desde el aula de teatro municipal y en cualquier evento cultural que se hiciera.
José Chacón fue, ante todo, un buen hombre, un hombre bueno, de los imprescindibles, de los que dan oxígenos a un pueblo a veces ahogado en su propio ombligo. Pero él, con su trabajo, con sus ideas y su empujé, hizo de Benamejí un pueblo mejor.
Gracias José por todo, gracias José por tantas palabras bonitas que me dedicaste siempre. Ojalá más gente como tú en este mundo. Que la tierra te sea leve, compañero.
BaniBashir 
Muchas gracias a José Chacón, emigrante de Benamejí, al igual que yo.
Doy las gracias porque cuando en una de mis visitas a mi pueblo, Benamejí, me llevé la grata sorpresa de ver el monumento a la emigración, me encantó verlo porque era la muestra de que alguien había pensado en nosotros, los que tuvimos que salir de nuestro entorno y criarnos en nuestra tierra de acogida. También me sorprendió no haber oído nunca de su existencia, para mí es muy importante que se incluyera como sitio interesante en los lugares a visitar de nuestro pueblo, puesto que la emigración forma parte de nuestra historia.
Ser emigrante es serlo para siempre porque siempre tienes la sensación de no haber vivido lo que de niño se conoció, de ser un medio extraño en Benamejí y también en donde se nos acogió. Sin duda José Chacón fue un hombre de bien y concienciado con la clase obrera, a la que pertenezco.
Gracias también a Francisco Artacho de BeniBashir por rendirle este gran homenaje, escribir sobre él.
Un abrazo a toda su familia y mi más sentido pésame. Que la tierra le sea leve.
¡Salud!
Juanjo Crespo Velasco